Thursday, December 17, 2009

De repente

Muchas cosas interesantísimas pasan en la vida de repente, sin planearlo, sin cálculos, sin esperarlo, sorpresivamente viene y puff!!! cambian todo.

"De repente" es uno de mis conceptos bíblicos favoritos. Además de que es un de los conceptos más importantes para el cristiano. "De repente" significa que Dios está en control. "De repente" ha sido una constante en la historia de la salvación. "De repente" ha sido también una constante en los inicios de la Iglesia. Me pregunto si en la Iglesia hemos perdido estos "De repente". Los cristianos deberíamos ser coleccionistas de "de repentes". Sin ellos el cristianismo sería aburridísimo.

Te comparto algunas citas bíblicas en las cuales el "De repente de Dios" es protagonista con mis tontos, pero a la vez muy mios comentarios.

-"De repente, miraron a su alrededor, y no vieron a nadie más que a Jesús" Marcos 9,8

A veces necesitamos unos cuantos "de repentes" para que pongamos nuestra atención sólo en Jesús y dejemos de distraernos con otras personas, ideologías y hasta devociones.

-"De repente Jesús se les manifestó. "Paz", les dijo. Ellos se acercaron, se postraron a sus pies y le adoraron." Mateo 28,9

Sin comentarios.

-"De repente dos hombres con ropa muy brillante como si un relámpago estuviese a sus espaldas. Asustadas las mujeres se postraron en tierra, pero los hombres les dijeron, "¿Por qué buscan a Jesús entre los muertos? No está aquí. ¡Resucitó! Lucas 24, 4-6

Parece que desde el inicio de esta "cuetión" del Reino de Dios muchos hemos buscado a Jesús en los "lugares" equivocados.

-"De repente un sonido fuerte y viento huracanado vinieron del cielo y llenaron toda la casa donde estabamos sentados. Y vieron lo que parecían ser lenguas de fuego que se posaban en cada una de sus cabezas." Hechos 2,1-3

Me parece tan curioso que hoy día la mayoría de los momentos con el Espíritu Santo están programados o planeados, esto ocurrió de repente, además de que dice que estaban sentados, pero si seguimos leyendo terminaron parados fuera de donde estaban, es decir la verdadera iglesia sale y aporta a la sociedad con lo que el Espíritu Santo le da.

-"Salieron del agua y de repente el Espíritu del Señor arrebató a Felipe, el etíope eunuco no lo volvío a ver, pero siguió su camino con gozo" Hech 8,39

¡WAO! Felipe cumplió su misión y se fue. El tipo, o sea el eunuco no dependía ya de Felipe-evangelizador sino del Espíritu Santo que le transmitió Felipe.


-"De repente una luz del cielo le cubrió. Cayó al suelo y escuchó una voz que le decía: Saulo, Saulo. ¿Por qué me persigues?" Hech 9,2-4

Cayó al suelo y escuchó, que problema que nosotros los seres humanos para escuchar a Dios tenemos que caernos y darnos bien duro y sólo entonces escuchamos a Dios.



-"A eso del mediodía, estando cerca de Damasco de repente una brillante luz del cielo me envolvió" Hech 22, 6

Me llama la atención que a pesar de la luz del sol en un medio día se distinguiese la diferencia de una luz más brillante todavía como si la luz del sol ante está luz fuese oscura. ¡WAO!

-"De repente el ángel del Señor apareció y una luz brilló en la cárcel. Tocó a Pedro en su costado y lo despertó. "¡Levántate, rápido! le dijo, las cadenas de Pedro cayeron al suelo. Pasaron delante de los guardias hasta la puerta de hierro que da hacia la ciudad, las cuales se abrieron por sí solas hasta que salieron. Cuando ya habían caminado como una cuadra, de repente el ángel se fue." Hech 12,7-10

De este episodio me llaman la atención tantas cosas como que "de repente una luz brilló en la carcel" siendo las cárceles uno de los lugares de mayor "oscuridad" en la tierra. Tenía que estar un cristiano preso para que la luz de Dios brillase allí. El ángel llegó de repente y de repente se fue. No avisa. Y como cuando Dios nos acompaña las cadenas caen, los obstáculizadores se duermen y las puertas se abren, como por si solas.

-"De repente vino un terremoto tan fuerte que las bases de la prisión se rompieron. Entonces todas la puertas de la cárcel se abrieron y todas las cadenas se soltaron." Hech 16, 26

En otra cárcel, cristianos cantando, acá vemos el poder de cantar en medio de las dificultades, el terremoto fue tan fuerte que no sólo se beneficiaron ellos sino todos los demás presos. ¿Cómo pasar de preso a ex-presidiario? Cantando alabanzas al Señor.

-"De repente una multitud de ángeles aparecieron, alabando a Dios cantaban lo siguiente: Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad." Lucas 2,13-14


Estos ángeles que aparecieron de repente en medio de la navidad tenían un propósito bien claro: dejar grabado en la memoria del creyente que la navidad que de los cristianos es distinta a la navidad de los no cristianos. Nuestra navidad debe dar gloria a Dios y a la vez debe dar paz, paz en nuestros bolsillos, paz en nuestros corazones, la paz del perdón de Dios y el perdonarnos mutuamente.

Te deseo este tipo de Navidad.

Monday, November 30, 2009

La normalidad de Jesús

"¿Qué tu eres cristiano?". Me sorprendió esta pregunta que me hizo una persona. Tenía como 2 semanas conociéndome. (¿Será bueno o malo eso?) La verdad que no soy de las personas que vive hablando de Dios a cada rato. (¿Crees que me condene por eso?). Soy de los que espero una oportunidad, un kairos, un momento especial en el cual "vea" que Dios me abre la puerta para dar a conocer mi fe.

Quien me conoce y no me haya visto predicando o cantando, me ve como una persona normal (al menos eso espero). Esto sé que le molesta a algunos, creeme que yo sé el mandato del Señor de testificar, pero no abuso. Además sé que al Señor no le molesta. El es el Salvador y yo no. (Vengo ahora están tocando la puerta).

Como te decía...la verdad que valoro y respeto a los hermanos y hermanas que tienen otro modo de ver esto y no dejan de hablarle de Dios a todo el que le pase por el lado: en la farmacia, en el transporte público, en el trabajo, etc...en mi comunidad tengo hermanos y hermanas con este estilo, pero yo prefiero en momentos vivir cierta normalidad y cuando sea el momento doy razón de mi fe.

Me gusta mucho aquellos versículos bíblicos tan sinceros, tan clarificantes y reales, que de seguro que muchos hubiesen preferido no ponerlos en la biblia. Hablo de aquella ocasión en que Jesús hizo una sanación y las personas comenzaron a comentar entre ellos: "Y este no es el hijo del carpientero". Es como si hubieran dicho: "Y este no es el hijo del carpintero...no es este el que le arregló la puerta de la casa de fulano y construyó una mesa para mi hermana. Este no es el que tiene las manos duras de trabajar tanto la madera, y tiene la piel morena de caminar tanto bajo el sol. Este tipo suda como uno de nosotros, trabaja, camina, es NORMAL."

Estoy seguro que Jesús no multiplicaba los panes todos los días, ni convertía el agua en vino de todas las bodas a las que fue invitado. Lo que ocurrió en la Boda de Caná, fue un momento clave, las multiplicaciones de los panes también pero no es que siempre actuara así. Te aseguro que muchas veces Jesús tomó el agua sin convertirla en vino y a veces entre amigos y familiares hacía falta algo de pan, como en todo grupo normal de personas. De seguro que Jesús compartía con sus amigos chistes, bromas, dormía, lloraba, reía, amaba la vida y sus detalles. Hablaba del cielo pero se auto-nombraba "el Hijo del Hombre", "el hijo de Adam" en otras palabras nos decía "yo soy de aquí". Lo que leemos en los evangelios es un resumen de su vida no un reality-show-con-una-camara-que-persigue-a-Jesús-en-todo. De seguro que entre sanación y sanación, entre parábola y parabola era una persona normal. Un amigo, un hijo, un maestro de como vivir mejor.

Para mi esta normalidad de Jesús es admirable. La santa normalidad de Jesús. La sobrenatural y poderosa normalidad de Jesús. Quiero que el Espíritu Santo reproduzca esa normalidad en mi. Te confieso que no era de ese modo (vivía un estilo de cristianismo estrafalario, creo que alejé a mucha gente del Evangelio por mi conducta "cristiana") pero ahora me he dado cuenta que personas que no van a la iglesia se atreven con más frecuencia a hablar de Dios conmigo, pues no ven en mi una persona que quiere "obligarles" a ser cristianos. Cada vez le pido más al Señor que me use como un canal suyo, que obre con poder a través de mi, pero esto no quiere decir que voy a andar por ahí orando en lenguas (y Dios sabe cuanto valoro este carisma y cuanto me ha ayudado en mi vida), no quiero ser de esas personas que cuando el no creyente me vea diga: "ahí viene otra vez este con su cantaleta... mejor hago como que no le veo..." o que diga "la verdad que los cristianos de hoy son tan raros en su conducta y en su forma de hablar" Prefiero que diga este tipo me parece normal, dejame contarle lo que me está pasando.

Aspiro en mi vida esa sana mezcla de normalidad y sobrenaturalidad que tuvo Jesús. Sé que es una posibilidad para todo cristiano, pues Su Espíritu Santo está en nosotros. No ha habido nadie más normal y a la vez más abierto al soplo del Espíritu que El. Contemplándole a El y El es el maestro, aprenderemos a serlo. No creo en las formulitas pero mientras más le contemplemos más aprenderemos y más nos pareceremos a El.

Que en este adviento, junto al Bautista que se metió al desierto a clamar a viva voz, descubramos Su voz, que aprendamos a movernos según sus indicaciones. Que seamos una nueva generación de creyentes normales y a la vez sobrenaturales. Abiertos al soplo de Dios y a la vez "siendo de aquí". Yo te deseo que las personas cuando te vean no huyan de ti, sino se acerquen más y puedan ver que en tu corazón está Dios.

Saturday, October 17, 2009

¡Cuídate de las tres Efes!

Estuve hace unos días en Asís, ciudad del santo patrón de mi comunidad,  impartiendo , junto a nuestra fundadora María Sangiovanni , un curso sobre los carismas del Espíritu Santo. Tuvimos participantes de toda Italia, de Francia y la asistencia de doce de nuestros hermanos de la Casa Santísima Trinidad de Madrid, España.

Mientras impartíamos el curso meditaba en varias cosas.

Entre recesos y caminando por aquella pequeña “gran” ciudad, María me contaba como el Padre Emiliano, Evaristo y ella, mientras hacían un retiro los tres, en el año 1981 y visitaban el lugar que se llama el "Eremo" o la "Carcere" en el Monte Subasio, a donde se refugiaba San Francisco a orar en las cuevas, y estando ellos de visita en la Capilla, recibieron la confirmación de que San Francisco sería quien nos acompañaría en nuestra vocación de  Siervos de Cristo Vivo como Patrón de la Comunidad.

Y es que Francisco es un ejemplo para todo Siervo. Fue un contemplativo, un adorador, un restaurador de almas incansable. Es un ejemplo también de celo  evangelizador y sobre todo un ejemplo de un hombre  transformado. En Francisco tenemos un laico que contemplando el corazón de Dios se convirtió en mensajero de Amor y Misericordia fue en esa constante contemplación que "sufrió" una poderosa transformación.  

Su respeto y su amor por las almas y por la Iglesia, nos muestra lo que se produce en un corazón que está dispuesto a que Jesús le de los sentimientos de Su corazón.

Palabras de Sabiduría

Como Siervo Misionero que soy, me era imposible olvidar,  a propósito de los carismas, aquellas palabras de sabiduría que recibí de los labios de Evaristo Guzmán cuando comenzaba a internacionalizarse el Ministerio de Canto y Música al cual el Señor me ha llamado. En este me he sentido como cuando un amo pone a su siervo en un  lugar que el mismo siervo nunca se pondría; mas reconozco que el Divino Amo sabe como equipar a su siervo para lo que le encomienda.

En uno de esos viajes que hice a Puerto Rico, fui a visitar a  Evaristo y a Yolanda a la casa de los Lladó en donde estuvieron viviendo un buen tiempo, mientras recibía tratamiento para el cancer. Mientras conversábamos, Evaro me dio unas  palabras de sabiduría. Quiero recordarles que una Palabra de Sabiduría es una palabra que Dios da, como carisma,  para aclarar y/o solucionar un problema o situación que estamos enfrentando.

En esos momentos yo estaba recibiendo innumerables invitaciones a eventos de todo tipo, además de que había pasado del servicio anónimo a una forma de servir mas pública, forma que también ha acompañado a algunos Siervos de Cristo Vivo desde los inicios de nuestra comunidad.

Esta forma de servir, mucho más visible o pública, frente a la mirada de muchos es admirable y  para otros,  es criticable. La verdad es que para mí no es ni mejor ni peor que servir sin ser visto. Pero servir como predicador, animador de asamblea, cantante, etc...es algo que edifica y reaviva la fe del pueblo visiblemente.

Creo que las personas que estamos llamados a un tipo de servicio más visible debemos tener más cuidado, porque surgen a veces muchas tentaciones en el camino.

Por ello fueron tan iluminadoras  las palabras que recibí de Evaro en aquellos momentos de transición ministerial para mi.
Son palabras que quizás ya hayas escuchado y quizás hasta yo en parte también pude haberlas escuchado, pero que en ese momento vinieron de Dios para mi, a través de Evaristo. 

Las tres Efes

"Cuidate de las tres efes". - me dijo. "¿Las tres efes?" le pregunté.
"Sí, la fama, la fortuna y las faldas." - me respondió, con seriedad paternal. "Estas cosas pueden empañar la pureza de intención así como la razón por la cual un Siervo de Cristo Vivo esté dando testimonio en el mundo." 
En Asís tuve la oportunidad de meditar de nuevo sobre el cuidarse de las tres efes que pueden llegar a ser tres tentaciones para cualquier SCV. Veámoslas una a una.
 
La fama

Aunque la fama es relativa, cuando toma dominio de nuestra intención o voluntad , se tuerce el sentido del porqué servimos y a Quién servimos. La fama, si Dios nos la concede,  la debemos recibir como una oportunidad para dar testimonio de Jesucristo, así como vimos que el padre Emiliano hacía cuando lo invitaban a eventos multitudinarios o a ser entrevistado en algún programa de televisión, radio o revista famosa. La fama para nosotros no es más que una plataforma para testificar sobre El. Si esto no lo cuidamos en todo momento,  entonces nuestro corazón corre peligro de "infectarse" de un gusanillo que podría transformarse en una de esas Mariposas negras de las que se dice que traen fiebre.  Estamos llamados a tener la audacia de un siervo libre de corazón y obediente,  hasta el extremo de obedecer a nuestro amo aun en situaciones que puedan hacernos perder nuestra propia fama. 
 
 La fortuna

Fortuna es sinónimo de riqueza. La riqueza al igual que la fama no es mala en si misma. En la Biblia y en nuestra comunidad tenemos testimonios de personas que pudiéramos denominar como ricos,  pero que poseen un  corazón libre de las riquezas. Las riquezas vienen a ser una traba cuando ellas vienen a ocupar un lugar central en el ministerio.

Noto, con pesadumbre, que hoy día se estila el preguntar a los predicadores y ministerios de música cual es su "tarifa", es decir,  cuánto dinero hay que darles para que dicha persona ejercite su ministerio en la actividad o comunidad a la que se le invita. Esto,  además de no ser bíblico,  no es propio de la espiritualidad de un Siervo.  Un Siervo no tiene que ser pagado para servir.

Sé que algunos dedicamos gran parte de nuestro tiempo al ministerio, pero esto lo hacemos porque nos ha llamado el Señor a servir, no nos llama a servirnos nosotros del ministerio. Podemos recibir una ofrenda voluntaria de parte de la comunidad a la que vamos a servir, así como el cubrirnos los gastos de transportación, pero el estar  "usando" el ministerio para adquirir “fortuna” es un peligro del cual tenemos que cuidarnos los Siervos Misioneros y los Siervos que tienen un ministerio en el "mundo laical",  léase negocios, política, etc... Estamos llamados a dar testimonio de transparencia hasta en el "cómo" obtenemos el dinero que llega a nuestras manos. 
 
Las faldas

Aunque en el momento en que Evaro me dijo esto yo estaba soltero,  es algo de lo que debemos siempre tener cuidado, casados o solteros. En el caso de los hombres hay que tener cuidado con "las faldas" y las mujeres con “los pantalones”, es decir , cuidado con los deslices en el trato hacia el sexo opuesto.

Sabemos que cada persona pasa por etapas en las cuales esto puede ser una tentación más fuerte que en otros momentos. Se entiende que depende mucho de la etapa en la vida que se esté viviendo. De todos modos es algo de lo que todo Siervo debe cuidarse, cuidar la fidelidad al estado en el cual nos encontramos.

Hacer como Jesús
 
 San Francisco decía: “cuando no encuentras en el Evangelio una enseñanza específica sobre algo, pide al Espíritu Santo guía y HAZ LO QUE JESÚS HARÍA”. Reflexionando  con el santo, habría pues que decir que si viene la fama, vívela como Jesús la viviría, úsala cómo Jesús la usaría y no que la fama te use a ti.

Si te llega la fortuna,  úsala para lo que Jesús la usaría o pregúntate cómo Jesús la usaría. Si Jesús estuviera en “tus zapatos”, ¿cómo negociaría, vendería o cobraría? ¿Tendría tarifa su ministerio? Que nuestro motor sea servir y no  el buscar el beneficio que podamos obtener por servir, ya sea un beneficio espiritual o económico.

Y nunca perder de vista que ¡La mayor fortuna de un siervo es tenerle a El!

Tratemos al sexo opuesto como lo haría Jesús. No “coqueteemos” con ideas o acciones que estén fuera de nuestro estado, seamos solteros o casados, laicos o religiosos. Mantengamos nuestro trato hacia el sexo opuesto bajo la luz de Dios. Que andemos por la vida según Efesios 4,1 “a la altura del llamado que tenemos”.

Un privilegio y una responsabilidad

Ser servidor, predicador, cantar para Dios es para mí un privilegio, un llamado directo y personal de El, pero a la vez es una gran responsabilidad.

Son muchos los ojos que están mirando a los Siervos, para encontrar en ellos una referencia que les hable de Dios.

Que cuando nos miren,  nos encuentren contemplando al Señor y no a la fama, ni a la fortuna, ni a “las faldas”. Que Dios nos ayude a no caer en estas tres peligrosas efes y que Dios nos ayude a cuidarnos mutuamente como verdadera familia espiritual que somos.

Con cariño,
Miguel Horacio

Friday, June 12, 2009

¡A ti que te importa!

Me maravilla la creatividad de Dios. En estos días vi la película HOME. (Se las recomiendo, pueden verla en YouTube). Desde que inició experimenté la presencia de Dios. Dios lo creó todo perfecto. Incluyéndonos a nosotros la especie humana. Nos hizo, como digo yo, perfectamente imperfectos. Perfectamente imperfectos para que le necesitemos. Pero eso es otro tema. Estamos en Su creatividad.


Cuando el Espíritu Santo se mueve con total libertad en la vida de alguien o de una comunidad, se manifiestan los carismas. Los carismas no son más que señales reales de la presencia de Dios en medio de su pueblo. En el Nuevo Testamento hay varios listados de carismas. Es que las manifestaciones del Espíritu Santo no son limitadas a una lista o dos. Los carismas se manifiestan según el ambiente o la necesidad de la comunidad. El Espíritu de Dios es sumamente creativo. Uno de los misioneros más reconocidos mundialmente, llamado Emiliano Tardif solía decir que los carismas son "sin cuenta", es decir, que son tantos que no se pueden contar. Me encantan la creatividad y apertura a la variedad que tiene Dios.

Las naciones son distintas. Las culturas son ricamente diferentes. Las empresas o instituciones, diferentes. Las comunidades y/o movimientos en la iglesia son distintos uno del otro. Las personas son diferentes, aun sean de la misma familia, misma crianza, mismas costumbres pero son diferentes. Son incomparables. Incomparable quiere decir que no se puede comparar. De poder se puede pero ¿para qué comparar cuando fueron creadas para ser diferentes?

Es por ello que a Jesús no le gustan las comparaciones. Cuando uno se pone a mirar lo que El le da a otra persona , a Jesús eso le molesta. Esto lo vemos en varias parábolas. La parábola de los trabajadores, llamó a algunos temprano a otros a medio día, a otros casi al final de la tarde y al final del día le pagó lo mismo a todos, creyendo los primeros que le iban a dar más. El dueño dijo que él hacía con lo suyo lo que él quería y que los demás no tenían que molestarse por como el repartía lo suyo. Esto es claro en la parábola de los talentos a uno le dio 1 talento, a otro le dio 3, a otro le dio 5. El da a Su bendita, santa y sapientísima voluntad, pero a todos da, aunque sea un talento. El problema es que si nos ponemos a mirar lo que le da a otro no valoramos ni hacemos nada con lo que nos da a nosotros.

Si nos enfocáramos en lo que tenemos y no en lo que no tenemos, si nos enfocamos en lo que hemos logrado y no en lo que no hemos logrado, si nos enfocamos en las fortalezas y no en las debilidades, si nos enfocamos más en lo que Dios ve en nosotros que en lo que otros no ven en nosotros, si nos enfocáramos más en lo que El está haciendo en y a través de nosotros y no en lo que El está haciendo en y a través de otros nos pareceríamos más a El. Cuando Pedro le preguntó a Jesús sobre Juan, Jesús le dijo: "a ti que te importa, tu sígueme". Como diciéndole deja de mirar a Juan de esa forma, porque por estar en eso no te das cuenta de lo que estamos hablando tu y yo.



Creo que el problema está en la forma en que nos miramos y miramos a nuestro al rededor. Realmente está científicamente demostrado que nuestro cerebro sólo capta las diferencias. Pero el que hacemos al detectarlas es lo que nos identifica como discípulos de Jesús. Podemos:



1. Atacar las diferencias (un ataque inmediato, sin pensar ni evaluar el que las cosas no tienen que ser como yo considero).
2. Comparar las diferencias (comparar con una mirada crítica resaltando que no es aceptable lo que es distinto).
3. Envidiar las diferencias (Querer lo que no tenemos o no nos corresponde de tal forma que no reconocemos lo que sí tenemos).
4. Aceptar las diferencias (como lo más normal y hasta agradecerle a Dios por ellas).

No creo que a Jesús le guste cuando una iglesia se compara con otra. He escuchado a muchos católicos compararse con los evangélicos y viceversa. No creo que a ningún padre le agrada que sus hijos se comparen, mucho menos a quien llamamos Padre Nuestro. Jesús manifiesta Su Espíritu de forma distinta en las distintas comunidades hasta de una misma iglesia, ampliemos la mirada, ensanchemos el corazón, seamos más amplios de mente y corazón. Vivimos en un tiempo en el que hace falta la variedad y nosotros la familia cristiana podemos darnos el "lujo" de tener mucha, pero mucha variedad.

Que la próxima vez que le preguntemos a Jesús por la otra iglesia, comunidad, ministerio o persona sea realmente porque me importa su bienestar o desarrollo y no porque esté tratando resaltar que El se esté manifestando distinto en mí en comparación con el otro. Pues quizás por esa actitud de estar atento al otro y no a El es que no me doy cuenta de las maravillas que está haciendo en mí, en mi comunidad, ministerio o iglesia.

Wednesday, April 22, 2009

La experiencia del indio

Es màs fácil imaginarnos a alguien crucificado muriendo dolorosamente que imaginarnos a alguien levantarse de su lecho de muerte. Es por ello que es mucho más fácil creer en la visibilidad de la cruz, que en la invisibilidad de la resurrección. Es muchísimo màs fácil hacer una película de la pasión de Cristo que de Su resurrección. Pero la verdad es que si Jesús no hubiese resucitado estubiesemos perdiendo el tiempo leyendo la biblia, participando en la iglesia, cantando alabanzas y dando testimonio de alguien que solamente hablaba bonito y realizaba curaciones. La resurrección de Jesús es lo que nos aparta de todas las demás creencias religiosas del mundo. (1 Cor 15,14).

Hace unos años se hizo una encuesta entre los creyentes franceses y sólo un 24% de los encuestados creía que Jesús realmente había resucitado, y un sólo un 48% de ellos creìa que a través de Jesús un día resucitarían los creyentes. (Yo le doy gracias a Dios que eso pasó hace muchos años y que ahora de seguro los creyentes franceses creen más en la resurrección que ahora, ademàs eso pasó por allá por Francia esto no pasa entre nosotros. ¿Verdad que no?)

Cuando comencé a escribir esto tenía una indecisión sobre que título ponerle. Estaba entre: Retar al Resucitado o La experiencia del indio. Ya te diste cuenta el título que elegí. La cuestión es que en esta época en que celebramos el triunfo sobre la muerte me pregunto si realmente estamos conscientes de lo que celebramos, si realmente estamos viviendo lo que proclamamos, si realmente nuestra vida y nuestra mentalidad está afectada por la creencia de que Jesús resucitó de entre los muertos y que nosotros también lo haremos.

Tomás, el apostol, retó a Jesús resucitado. Tomás a diferencia de otros de los discípulos/apostoles no creía por el testimonio de los demás. Cuando se reunió de nuevo con ellos, fervorosamente le decían como ellos le habían visto, que habían hablado con El. Que Jesús había resucitado como lo había prometido. Tomás aparentemente era muy terco. No les creyó. Quien sabe, pues la biblia no nos precisa el tiempo que ellos duraron tratando de convencerle de que verdaderamente Jesús había resucitado. Quien sabe cuantas horas inviertieron los demás en convencerle, gastando saliva, hablando, dando testimonio de su experiencia con Jesús el resucitado. Tomàs ni se inmutaba. Puede ser que no le dejaban hablar, pues es un estilo de evangelización muy arraigado entre los creyentes no dejar hablar al otro y dispararle una metralladora de citas bíblicas sazonadas con testimonio, pero sin darle la oportunidad al otro de que se exprese. Pero cuando hicieron silencio y dejaron a Tomás hablar el dijo, te lo voy a decir con mis propias palabras, voy a defender un poco a Tomás ahora, el dijo o a mi entender el quiso decir: "Me parece hermoso lo que me dicen. Me alegra que ustedes se hayan encontrado con Jesús resucitado, pero esto es algo que yo no puedo aceptar así de fácil, esto es algo esencial, para yo creerlo y comprometer mi vida en ello, yo tengo que tener mi experiencia personal, yo quiero, anhelo, deseo creerlo, pero no lo creo aún. Yo no quiero fundamentar mi vida en las palabras de otros, sino en Su Palabra, no se ofendan conmigo pero yo quiero que sea Jesús, el Crucificado Resucitado que así como se acercó a ustedes se acerque a mí y me regale experimentarle resucitado. Yo no quiero tener una fe superficial yo quiero profundizar en El por ello, si El me lo permite quisiera hasta entrar mis manos en Su hermosas heridas, quiero entrar en El". ¡WAO!



Desde aquel día que leí este episodio bíblico en oración entendí varias cosas:

- Entendí que no puedo juzgar a nadie que no crea en la resurrección de Jesús, no puedo forzar a nadie a creerlo tampoco, que esto es algo muy personal y esencial, esto es lo que hace a la fe, una verdadera fe y esto tiene que surgir desde una experiencia real con El Resucitado. Esto no viene de leer un libro o escuchar una predica esto viene de un encuentro real con Jesús resucitado.

-Desde aquel momento también entendí que Jesús resucitado sólo le regala esta experiencia a los que la desean, a los que están por lo menos anhelando que la Palabra de Dios se cumpla, aunque no crean en totalidad lo que Jesús dijo. (Los discípulos de Emaús, Pablo y el mismo Tomàs deseaban esto aunque no lo creían completamente).

- Entendí que en cuanto a lo esencial de la fe, es perfectamente aceptable retar a Jesús. No hay verdadera fe sino creemos en la resurrección de El, esto es esencial. En algo así Dios no se molesta por el reto, le agrada, pues ese reto es ya el inicio de la fe. "Yo quiero tener un encuentro con el Resucitado"

Te cuento lo del indio, es un cuento que ilustra mucho: Una vez un vaquero de estos que aun quedan en el siglo XXI andaba en su caballo dando un paseo. De repente encuentra a un indio, de esos que quedan todavía en los Estados Unidos, el indio estaba con el oido en el suelo como si estuviese escuchando el susurrar de la tierra. El vaquero le dice:
- Hello indio, ¿Qué haces?
El indio no dice nada.
- ¿Estás escuchando algo? Pregunta el vaquero.
El indio dice:
- Un Mercedes Benz... clase S ... 2009... 2 personas dentro del vehículo... el copiloto llevar un perrito en sus brazos... registro #ft4457.
Dice el vaquero.
-¡Wao indio todo eso escuchas con solo poner la oreja en el suelo!
-¡No seas idiota, hace unos minutos me atropellaron y esos son los datos que tengo del vehículo que lo hizo, ayudame a pararme de aquí!

El indio sabía lo que sabía no porque lo había oido, sino porque tuvo una experiencia del Mercedes que le pegó. No sé si sea un buen ejemplo pero así como el indio tuvo un encontronazo con ese vehículo y podía dar detalles de las interioridades, de quienes iban dentro, la clase de vehículo y hasta el registro. Esto debe ser igual en cuanto a Jesús, todos necesitamos un encuentro personal/real con El, para poder creer y vivir lo que nos plantea la Palabra de Dios a través de Su iglesia.


A los 8 días Jesús se aparece de nuevo entre los discípulos, ahora allí estaba Tomás. Jesús le llamó y mostrandole sus manos, le dijo que entrara sus dedos, le mostró el costado para que entrara su mano. Aquel día Tomás creyó, no por lo que le habían dicho desde pequeño, no porque alguien le habló bonito sino porque en medio de un grupo de hermanos, teniendo deseo en su corazón de vivir esta experiencia, Jesús se le manifestó y se encontraron. Yo me imagino cuando Tomás contaba esta experiencia, de seguro lo hacía sin remordimientos, ya que gracias a el tenemos una nueva dicha, la dicha que tenemos los que creemos sin ver, pero aunque no vemos podemos experimentarlo y percibir Su presencia. Tomás cuando entró sus dedos en las heridas de Jesús, dijo: "Señor mío y Dios mío". ¡Que palabras! Sólo una persona realmente convencida de la verdad le dice esto a Jesús. "La fe es el certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve". (Heb 11,1) Recuerda que "caminamos por fe y no por vista." (2 Cor 5,7)

Te reto a que le retes. ¡Atrevete! Si quieres experimentar al Resucitado, dile de todo corazón: "No quiero que sigan pasando los días sin yo encontrarme contigo. Si lo que dice la Iglesia es verdad, yo quiero ser iglesia. Jesús acércate y dejame experimentarte."

Thursday, March 5, 2009

Tres días / Tres noches

Obedecer a Dios no es siempre fácil. De esto, si hablara, nos daría testimonio la pobre ballena que se tuvo que tragar a Jonás. Esta historia la encontramos en el Antiguo Testamento (en realidad hace mucho que no leo más que los evnagelios pero en estos días me encontré con la frase de Jesús: "...estuvo Jonás en el vientre del gran pez..." (Mt 12,40). Jesús mencionó pocos profetas en su predicación, pero mencionó a Jonás que se pasó tres días y tres noches en el vientre de lo que suponemos fue una ballena.

Jonás quería apartarse de la presencia de Dios. Dios le estaba pidiendo algo que Jonás no quería ofrecer. Dios le pedía a Jonás que se dejara transformar por El. Dios quería hacer de Jonás un canal de Su amor y de Su misericordía. Jonás no estaba en eso. Jonás estaba centrado más en lo que él quería de Dios que en lo que Dios quería de él. Se subió a un barco para alejarse del "lugar" en el cual había tenido la experiencia de Dios llamandole a dejarse transformar.

Se desata una tormenta que los marineros pensaban que el barco se partía en dos. Todos oraban. Jonás dormía. Jonás no quería ni hablar con Dios, no sentía ganas. El capitán le despierta y le dice que se ponga a orar. Pero Jonás sabía que al orar entraría a la presencia de Dios, y Jonás le estaba huyendo a esto. Pues la presencia de Dios es la que transforma nuestra vida.

Echan a Jonás al mar. De seguro que tanto los marineros como Jonás pensaron este es el fin. Pero Dios tenía preparado un gran pez para que lo tragara. En ese instante la ballena salvó a Jonás. Jonás iba a morir y la Ballena le salvó. Mejor dicho Jonás iba a morir y la ballena obediente le salvó. Dios le salvó a través de la obediencia de una ballena.

Jonás no quería hacer lo que Dios le pedía, la ballena hizo lo que Dios le pidió. No sé si la ballena oraba o no, pero si usamos nuestra imaginación podemos ver a la ballena tranquilamente nadando en el oceano y de repente le dice el Señor en su corazón: "Nada más hacia la izquierda, de repente caerá un hombre al agua, cuando le veas trágatelo, no lo mastiques... sólo tragatelo... luego te diré que hacer". Pobre Ballena. Quien sabe si era vegetariana, como la mayoría de las ballenas. Se tuvo que tragar obedientemente lo que Dios le pedía. Esta debió ser una de las experiencias más transformadoras no tan sólo para Jonás sino para la Ballena.

Ella, vuelvo y digo, si hablara, nos contaría como al obedecer a Dios fue instrumento de salvación para otros, sí para otros, porque al ayudar a Jonás ayudó a toda una muchedumbre. A toda la ciudad de Ninive. Que hubiese sido de Jonás si la ballena hubiese dicho que no. Que hubiese sido de Nínive si la ballena hubiese dicho que no.

Nos diría que la gloria no es para ella sino para Dios, que a ella no le agradaba el hombre ese, pero que ella lo hizo porque quería agradar a Dios. Si no fuera por el deseo de Dios en ella, ella sería una ballena más sin sentido y sin un testimonio que contar.

Si la ballena hablara nos contaría como tuvo que tragarse al tipo ese sin masticarlo. Muchas veces tenemos que "tragarnos" personas sin masticarlos, es decir sin hacerles daño. Tragarnos situaciones. Tragarnos momentos de dificultad. Tragarnos la compañía de personas que no ven a Dios como nosotros lo vemos o no comparten nuestro estilo. Y nosotros al igual que la Ballena debemos "tragarlos sin masticarlos", sin dañarlos.
Quizás la ballena se decía: "Yo no soy mejor que nadie. Este sabe raro, piensa diferente, no obedece al Señor pero por ello no tengo derecho a dañarle". Obviamente esto diría ella si hablara.


La ballena tuvo que cambiar de ruta, de plan, de gustos, de "alimentación". Ella aprendió que lo que más fortalece y aliemta nuestra fe es obedecer a Dios, aunque no entendamos. Pobre ballena se tuvo que tragar a Jonás. Ese no era su plan. Quien sabe si le tenían preparada cena en la casa, se tuvo que pasar tres días y tres noches sin comer nada, pues tenía la panza llena, llena de la voluntad de Dios, Dios quería que ella no comiera nada más que su voluntad. A veces Jesús mismo dejaba de comer diciendo que su alimento era hacer la voluntad de Dios.

Hay personas que viven de predica en predica, de una conferencia a otra y nunca aprenden nada. Si esta ballena hablara y nos diese una predica una conferencia de auto-ayuda nos diría que la mejor auto-ayuda es obedecer a Dios, creerle, confiarnos a El y que ayudemos a los demás, que dejemos de pensar tanto en nosotros, en nuestros gustos y planes, y que pensemos y ayudemos a los demás. Esto transforma nuestro corazón, nuestra mente y así podremos vivir mejor. La verdera auto-ayuda es otro-ayuda quiere decir ayudar a otros.

A los tres días y tres noches, la ballena obedientemente vomitó a Jonás a la orilla del mar. En estos tres días y tres noches Jonás tuvo que profundizar, mar adentro y descubrió que Dios está en todo lugar. Hasta en el oscuro vientre de una ballena. La ballena al fin sacó de su interior al Jonás desobediente. Todos tenemos dentro un Jonás desobediente que tenemos que vomitar. Un Jonás que no quiere ser transformado. ¡Saquémoslo de adentro! Todos tenemos dentro como lo tuvo la ballena un Jonás que no quiere el plan de Dios y que está centrado en sí mismo, ¡Saquémoslo de nuestro interior! ¿Cómo? Obedeciendo a Dios.

En fin, si en el cielo hay un acuario, espero encontrarme con esta bendita ballena, pobrecita, se tuvo que "tragar" a Jonás. Le daré las gracias por su testimonio. Le daré las gracias por enseñarme a tragar sin dañar, le daré las gracias por enseñarme que la verdadera auto-ayuda es la otro-ayuda. Le daré las gracias y nadaré con ella sin temor a que ella me trague, porque si llego al cielo y en el nombre de Jesús llegaré, es por El y porque he sacado al Jonás desobediente de mí. Nadaré en paz.